¡Tiene un carácter…!
Un comentario frecuente en la consulta es: “mi hijo/a tiene el carácter fuerte”. Usualmente se refieren a niños pequeños que se enojan cuando algo no sale como quieren, y cuyas reacciones explosivas inquietan a los padres.
Los niños pequeños tienen baja tolerancia a la frustración, y es a través de la experiencia que van aprendiendo que no siempre pueden tener las cosas a su manera. Sus reacciones son producto de no contar con las herramientas adecuadas para manejar el enojo que los sobrecoge al no poder lograr lo que se han propuesto.
No se trata de exponerlos al fracaso constantemente, para que se acostumbren; eventualmente aprenderán que sus mejores esfuerzos no valen la pena, y perderán la motivación. El aprendizaje debe ser cómo manejar sus emociones de manera adecuada.
Consejos para manejar la rabia y la frustración con niños:
- Mantén la calma.
Cómo reaccionas ante la conducta de tu hijo, influirá directamente en el evento. Si pierdes la paciencia, te enojas y le levantas la voz, su frustración y enojo incrementarán. Además, la manera en que manejas las situaciones difíciles, será el modelo que él aprenderá para afrontar las suyas. - No trates de hacerle entender.
Si el niño está encolerizado, la rabia le nublará el razonamiento. Tratar de hacerlo “entender”, probablemente empeorará la situación. Sí, es importante hablar las cosas, pero espera a que las cosas se hayan calmado. - Bríndale alternativas.
Déjalo que tome un descanso; separarse de la situación que lo agobia, promoverá que las emociones negativas disminuyan su intensidad. Ayúdalo a buscar soluciones: ¿Necesita hablarlo? ¿Pedir ayuda? ¿Intentarlo de nuevo con calma? - Se proactivo.
No esperes a la próxima crisis, para enseñarles el manejo apropiado de la rabia. Habla con ellos acerca de los diferentes sentimientos que las personas pueden tener. El enojo, la frustración, la felicidad, la tristeza, son todas emociones naturales tanto para adultos como para niños. No menosprecies sus sentimientos; sus preocupaciones son reales.