La depresión es una enfermedad mental, que no es lo mismo que sentirse triste o ansioso de vez en cuando, por un periodo de tiempo. La persona que sufre de depresión no puede escapar de sentimientos como: tristeza, soledad, dolor, desesperanza. Es una condición seria, que de no ser tratada a tiempo, puede llevar a la persona a hacerse daño o quitarse la vida.
Cuando una persona tiene un trastorno depresivo, este interfiere con la vida diaria y el desempeño normal y causa dolor tanto para quien padece el trastorno como para quienes se preocupan por él o ella. La depresión es una enfermedad común pero grave y la mayor parte de quienes la padecen necesitan tratamiento para mejorar.
La depresión, aun en los casos más graves, es un trastorno altamente tratable. Al igual que con muchas enfermedades, mientras más pronto pueda comenzar el tratamiento, más efectivo es y las probabilidades de prevenir una repetición son mayores. En la consulta, escucho, analizo y evalúo la problemática de cada paciente para definir el mejor tratamiento a seguir.
Algunos síntomas pueden ser:
- Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad, o vacío
- Sentimientos de desesperanza y/o pesimismo
- Sentimientos de culpa, inutilidad, y/o impotencia
- Irritabilidad, inquietud
- Pérdida de interés en las actividades o pasatiempos que antes disfrutaba, incluso las relaciones sexuales
- Fatiga y falta de energía
- Dificultad para concentrarse, recordar detalles, y para tomar decisiones
- Insomnio, despertar muy temprano, o dormir demasiado
- Comer excesivamente o pérder el apetito
- Pensamientos suicidas o intentos de suicidio
- Dolores y malestares persistentes, dolores de cabeza, cólicos, o problemas digestivos que no se alivian incluso con tratamiento
*Con información del National Institute of Mental Health