Amistades tóxicas
Las relaciones sanas producen felicidad y satisfacción a ambas partes. Y aunque toda relación pasa por momentos de tensión en un momento dado, una relación tóxica te deja siempre agotada e incómoda.
No siempre es fácil reconocerlo. Puedes estar en una relación tóxica si, por ejemplo:
Después de estar con la otra persona, te sientes mal contigo misma (afecta tu autoestima).
Eres capaz de dejar lo que estás haciendo para apoyarla cuando tiene un problema, pero cuando necesitas apoyo, no recibes el mismo trato.
Te sientes presionada o criticada por tus valores, gustos, actividades, opiniones, etc.
Te reclama y te hace sentir culpable por no llamar o salir cuando ella quiere.
Una amistad debe hacerte sentir respetada, valorada, apreciada. Lo primero que debes hacer es preguntarte si esa relación es satisfactoria para ti. Estar con tus amigas debe ser placentero. Si la mayor parte del tiempo, te representa malestar, es tiempo de hacer algunos cambios. Entender que una amistad no es satisfactoria o que es desigual, implica reevaluar las condiciones que para ti son importantes en una relación. Habla con tu amiga. Explícale con honestidad, como te sientes. ¿Ocurre algo que esté afectando la relación desde afuera (trabajo, dinero, familia)? ¿Hay algún malentendido entre ustedes que no han resuelto?
Los límites los establece cada una. Es la respuesta a: ¿Cuánto estoy dispuesta a tolerar? ¿Cuánto estoy dispuesta a ceder? Es plantearse: ¿Cuál es el límite entre lo aceptable y lo inaceptable? Ser asertiva significa hacer valer tus derechos, sin sobrepasar los derechos del otro. Ten en cuenta que la relación es de dos. Se trata de exponer tu punto de vista, no de herir intencionalmente los sentimientos de la otra persona.
No siempre es fácil decidir si mantener, arreglar o terminar una relación. Una relación sana puede sobrevivir malos entendidos y fortalecerse con la honestidad y asertividad de las partes. Sin embargo, si luego de expresar tu incomodidad, no hay cambios y te sientes aun peor, quizás es tiempo de seguir adelante. Todas las relaciones tienen su ciclo de vida. Si una amistad representa más sentimientos negativos que positivos, lo mejor es reconocer que quizás ha llegado a su fin. Esto no significa que la amistad no haya sido importante; significa que llegó el momento de crecer en otra dirección.